SONETO DEL PLAGIADOR
Las fronteras anduve y el reverso
Don Francisco de aquel soneto hiriente
y me sentí tentado a su universo
como un muchacho duro, irreverente.
Trastoqué las palabras como un puente
de osadía a un camino muy disperso
y me encontré situado en la corriente
febril y enloquecida de aquel verso.
Imitador sonámbulo yo estuve
prisionero en los verbos y sostuve
una lucha mortal con la poesía.
Con heridas de loco intransigente
seguí adelante, turbio, impertinente
y la herida que sangra, todavía.
Don Francisco de aquel soneto hiriente
y me sentí tentado a su universo
como un muchacho duro, irreverente.
Trastoqué las palabras como un puente
de osadía a un camino muy disperso
y me encontré situado en la corriente
febril y enloquecida de aquel verso.
Imitador sonámbulo yo estuve
prisionero en los verbos y sostuve
una lucha mortal con la poesía.
Con heridas de loco intransigente
seguí adelante, turbio, impertinente
y la herida que sangra, todavía.
1 comentario
Raquel -
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